Hoy se inicia el Adviento, el tiempo ⏳⏳de la espera. La mirada se lanza adelante, buscando🔎🔎 lo que no tenemos. El Señor vendrá y el adviento nos invita a entrar en este misterio que es tan real.
Lectura del santo evangelio según san Marcos 13, 33-37 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!». PALABRA DEL SEÑOR.
La primera parte del adviento no se refiere al pasado, sino al futuro; no celebra lo ya acontecido, sino lo que vendrá. Según lo que esperamos y a quien esperamos, así vivimos. Quien espera la pronta liberación, aún en medio de sufrimientos e incomodidades, vive con más alegría que quien sólo espera la muerte. Nosotros esperamos “vuelta” del Señor, o sea, esperamos encontrarnos con él al final de nuestra vida. No dejéis de cuidaros, que paséis un buen domingo. 😉
Hoy se inicia el Adviento, el tiempo ⏳⏳de la espera. La mirada se lanza adelante, buscando🔎🔎 lo que no tenemos. El Señor vendrá y el adviento nos invita a entrar en este misterio que es tan real.
ResponderEliminarLectura del santo evangelio según san Marcos 13, 33-37
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!».
PALABRA DEL SEÑOR.
La primera parte del adviento no se refiere al pasado, sino al futuro; no celebra lo ya acontecido, sino lo que vendrá. Según lo que esperamos y a quien esperamos, así vivimos. Quien espera la pronta liberación, aún en medio de sufrimientos e incomodidades, vive con más alegría que quien sólo espera la muerte. Nosotros esperamos “vuelta” del Señor, o sea, esperamos encontrarnos con él al final de nuestra vida.
No dejéis de cuidaros, que paséis un buen domingo. 😉